Las principales causas de fallo prematuro son:
- Fatiga cíclica por pulsaciones repetitivas cercanas al límite de ruptura.
- Corrosión o erosión que adelgaza el diafragma, reduciendo su presión nominal.
- Instalación incorrecta: torsión de bridas inadecuada o empaques no autorizados.
- Picos de temperatura que alteran las propiedades mecánicas del material.
- Contrapresión o vacío no contemplados en el diseño inicial.
Para evitar fallos, realiza inspecciones visuales periódicas, selecciona materiales y recubrimientos adecuados, respeta el par de apriete especificado y analiza metalográficamente los discos retirados para detectar patrones de desgaste.